No se quieren enterar
En muchos hospitales, existen aparcamientos para los empleados, pero el número de plazas suele ser inferior al de trabajadores. Para conseguir una plaza, normalmente hay que rellenar un impreso para que se compruebe que eres trabajador fijo y te den la tarjeta del aparcamiento (si eres temporal no te la dan, ya que es para todo el año).
Ventanilla para la solicitud de tarjeta, poco antes del cierre:
- Señorita, vengo a por la tarjeta.
- Sí. Rellene este impreso.
- ¿Que rellene qué? ¿Pero no me van a dar la tarjeta?
- Para eso tiene que rellenar esta hoja.
- Pero yo lo que quiero es la tarjeta del aparcamiento. Trabajo aquí.
- Para conseguir la tarjeta debe rellenar este impreso.
- De acuerdo, ¿y qué hago con él?
- Lo rellena y me lo da. Le llevará sólo un momento.
- ¿Y la tarjeta?
- Venga por la tarde a recojerla, vamos a cerrar.
El señor parece no darse cuenta de que hay más gente esperando su turno.
- Pero yo necesito aparcar ahora.
- No le puedo dar la tarjeta si no tengo sus datos. Rellene el impreso y déjelo en la ventanilla.
- ¿No me va a dar la tarjeta?
Y ya no puedo aguantar más:
- Señor, se lo han dicho 5 veces: rellene el impreso o no hay tarjeta. ¿Usted quiere la tarjeta o no?
Me mira con desprecio (y me doy cuenta de que la he cagao, podría ser mi futuro jefe, o alguien de quien necesite un favor o vete tú a saber) y se dirige a la señorita:
- ¿Y cuándo me dan la tarjeta?
La señorita responde con la misma cara de pocker pero con un aire más aliviado:
- Esta tarde o mañana pase a recogerla.
Hay que ver lo que se tiene que aguantar en ciertos puestos de trabajo. Parece que no tienen que hacer nada: estar todo el día sentados poniendo sellos o firmando (me acuerdo de la secretaria de mi instituto, pobrecilla)... ¡Pero a cambio hay que tener más paciencia que el Santo Job!
En el mismo hospital:
- Ahora tiene que ir usted a "rayos".
- ¿Y eso dónde está?
- Pues sale de este edificio y en lugar de ir por la pasarela que lleva al edificio general, baja por las escaleras metálicas que hay a la izquierda.
- ¿Qué escaleras?
- Las de la izquierda de la pasarela, sólo hay esas.
- Pues yo ahí no he visto ningunas escaleras.
- No se habrá fijado pero al salir al exterior hay unas escaleras que bajan.
- ¿Y si no las encuentro?
- Señora, sólo hay unas escaleras metálicas al lado de la pasarela por la que usted llegó hasta este edificio.
- Pues no me suena.
- Salga y las verá.
- ¿Y si no?
- Esas escaleras existen, están al salir y sólo hay unas. ¡No tiene perdida!
Yo creo que para no desquiciarse, estos funcionarios ponen "el automático" y si hay que repetir veinte veces lo mismo, pues se repite, porque hay veces que, por muy bien que lo hayas explicado, si la gente no se quiere enterar NO SE ENTERA.
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YumKaax -