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El Blog Secreto

Sobre prisas, trabajo y responsabilidad

En mi afán por cotillear (que de esto trata este blog, aunque sean cotilleos útiles), os contaré lo que me ha pasado en estas semanas.

Un profesor de la universidad, ansioso por terminar las clases, nos manda un trabajo en grupo (odio los trabajos en grupo), que debemos hacer en las horas de clase que él no va a dar (total, un par de clases). Ni de coña, pienso yo, y me uno al grupo que me parece más responsable. Elegimos un tema para el trabajo, que hay que notificarle de inmediato al profesor (encima con prisas) y quedamos para la semana siguiente. Yo investigo y llevo mi parte y otras dos chicas también la suya, pero faltan otras dos que deciden improvisar y se presentan así tal cual. Nos ponemos manos a la obra, diciendo que a ver si terminamos pronto o aprovechamos bien el tiempo mientras unas hablan con otras sobre chorradas de tias. En fin, resulta que el tema es muy extenso, que deberíamos acotarlo más, que no nos va a dar tiempo, que empiezan los exámenes, yo no puedo quedar el viernes, yo tampoco, pues yo hasta dentro de dos semanas... Total, que decidimos repartir el trabajo por partes y que cada una haga lo suyo cuando pueda (¡ahí está el trabajo en grupo!). A mí, seguramente por ser la que más interés se toma (si es que nunca aprende una), me toca, además de mi parte, reunir todo el trabajo, maquetarlo e imprimirlo, asique todas me dan sus emails. En vista de que parecen resistirse a pagar una parte para encuadernarlo, decido no insistir, no quiero parecer tan rácana como ellas. También acordamos que yo mandase un email al profesor informando del cambio en la temática del trabajo. Y cada una tomó su camino.

Pasan los días y así estaba la cosa: el profesor no me responde y nadie me ha envidado nada a pesar de mi advertencia de que lo hicieran y enviaran cuanto antes puesto que pronto empezaban los exámenes.
Decido tomarme el trabajo como si fuera mio, porque la verdad es que con las cuatro cosas que decidimos poner en la reunión el trabajo queda como una mierda y la gente no se hace a la idea de que la universidad no es como el instituto. Mi parte ya estaba terminada, mi buzón electrónico vacío y los exámenes en todo su apogeo. Esperé hasta el día 3 de julio, supuesto día en el que las "improvisadoras" acababan sus exámenes y podían hacer la media página que se les encomendó, junto con la extenuante tarea de pasar a limpio una mini encuesta que diseñé en nuestra única reunión de trabajo mientras ellas hablaban de si conocían a Mengana o a Mengano. Nada. Mando un email a todas: por favor, entragad ya vuestra parte del trabajo que yo tengo dos exámenes el día que hay que entregarlo, no lo mandéis el día de antes. Nada. Seguramente estarán haciendo obras de caridad en Manos Unidas, pienso, hay que ver cánta solidaridad, y me pongo yo a terminar el trabajo. Sólo una persona cumplió con su obligación, paradojicamente una chica que no me caia muy bien. La que mejor me caia se esperó hasta el último día, justo, justo el día de antes. Y las improvisadoras, que seguramente estarían de rebajas, lo enviaron unos cuantos días antes, junto con una nota cargada de sarcasmo en la que lo sentían muchísimo pero estaban ocupadas y no habían podido hacerlo antes.

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El día de la entrega, presenté el trabajo al grupo para que le echasen un ojo. El ojo me lo echaron a mí. Claro, parte de su trabajo lo había hecho ya antes de que ellas me lo mandasen, tenía exámenes y queria terminar aquello lo antes posible, pero el caso es que lo que ellas habían escrito con todo su arte y gracia literaria no estaba tal cual (hombre, si corregimos la mala sintaxis...). De todas formas no les dejé mirarlo mucho antes de entregarlo, con la mirada que me echaban a lo mejor me gafaban el examen que tenía de inmediato.

¿Y para qué estos cuatro interminables párrafos de cotidiana y estúpida historia? ¿Y por qué no les dije cuatro verdades? Ah, la vida, la vida. Nunca sabes cuándo esas personas te pueden hacer falta (por muy nulas que sean). Haced lo posible por no pelearos con gente a la que tenéis que ver el careto todos los días. He intentad ser objetivos en vuestros criterios: si el que peor os cae es el más responsable, con ese hay que trabajar, al final os pesará menos que tirar de vuestro mejor amigo.

PD: aun no me ha respondido el profesor.

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